A las 9 de la mañana dejo el coche en Satue el cual es un témpano de hielo. A las 9.30 estoy andando. Primeros tramos hasta entrar en el bosque es un sendero de hielo. En cuanto entro en el bosque, la nieve desaparece. Voy subiendo a buen ritmo y con un calor atípico para estas fechas. En cuanto la senda gira y se adentra en el barranco, aparece la nieve, de nada a todo. Nieve hasta los tobillos empieza el espectáculo. La nieve permanece en los árboles y las cascadas están heladas. Cada vez cuesta más avanzar. Por suerte hay huellas. En la parte superior me tengo que pelear con los bojes volcados por la nieve y a tramos nieve hasta la rodilla. La llegada a la mallata con nieve a la cadera. Como se me he hecho corta decido ir subiendo un poco más y como no sigo hasta enlazar con la ruta a Javierre del Obispo. Error. Me toca ir abriendo huella, una vez me meto en el paco de bajada hacia javierre empieza la odisea, primero, tramos de nieve dura, a los que bajo un poco la cosa cambia. Bajada penosa. Nieve venteada y espolvoreada. La bajada hasta el enlace la hago con nieve por encima de la rodilla y el llaneo hasta la bajada de javierre con nieve costra que cuando falla me hundo hasta la cadera. Me cuesta más de una hora llegar al bosque que marca la bajada. En el bosque más de lo mismo nieve costra donde cada tres pasos falla uno. Ya fuera del bosque la nieve va desapareciendo y se baja rápido. Llego a Javierre exhausto. Sigo por la PR hasta Satue donde llego a las 4 de la tarde.
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