A las 8 despierto, desayuno y con tranquilidad recojo el vivac. Vuelvo a la laguna verde y continuo por la costa al no haber senda, voy andando por la carretera, por suerte a estas horas hay muy poco tráfico en poco rato, llego a la playa Vermeja, me meto hacia el interior y una senda me deja en un collado, un cartel militar me prohíbe el paso. Dejo la mochila y solo me llevo agua y un plátano. La subida a la montaña Vermeja es una sucesión de placas con gravilla, con formaciones raras a modo de cuevas, por terreno empinado y fuera de senda llegó a la cresta que separa las dos cimas. Otro mirador impresionante. Hago las dos cimas. Y bajo por donde puedo, la gravilla con roca viva a tramos hace que la bajada se haga graciosa. Recojo los bártulos y sigo hacia los hervideros. Solo hay dos coches, me da para visitarlos en soledad. En una hora que estoy por aquí ya se ha llenado de gente. Sigo por la carretera que está cortada hasta la playa de la Hoya, y por encima de las salinas al pueblo. Café en las salinas y justo llego a la parada del Bus. Vuelvo a Arrecife donde toca tarde de descanso.
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