Aprovechando que subo de Zaragoza, me acerco hasta el pueblo de
Ayera, cerca de Loporzano. Dejo el coche en la entrada del pueblo, a las 12 de
la mañana empiezo andar.
Cojo la carretera y a unos doscientos metros
cojo la pista que sale a izquierdas, Sigo por la pisto poco rato hasta llegar a
la base de la ermita de San Esteban. No subo y cojo la pista que sale a
izquierdas, la pista va por terreno feo sigo avanzando por la pista, hay que
estar atento cando la pista se adentra en el bosque. Una senda se mete a
izquierdas y tras una hora llego a las piedras fecundantes, curioso lugar,
donde nuestros ancestros escabaron curiosas formaciones en la arenisca. Recorro
todos los rincones de las rocas, como en una de ellas y vuelvo por donde he
venido, a la vuelta sí que subo a la ermita. La verdad que da yuyu, unas tumbas
labradas en la roca bordean toda la ermita. Merece la pena acerca ese a conocer
este curioso lugar. Tan solitario y desconocido.
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