A
las siete de la mañana nos volvemos a levantar, 6ºC nos saludan desayunamos y
nos dirigimos hacia Cassis, para luego coger la carretera turística que va por
los acantilados hacia La Ciotat. Visitamos la idílica cala de
"Figerolles". Volvemos por nuestros pasos hasta el Cap Canaille.
Dejamos el coche poco antes de Semaphore maritime, preparamos los bártulos
(cuerdas y demás) y a las 11 estamos andando. Cuesta trabajo encontrar el
acceso a la faja colgada, pero al final unas marcas negras nos guían hasta el primer
rapel. Un rapel de 15 metros indica el principio de la ruta. El camino muy
marcado poco a poco se va estrechando y pegando a la pared, en cuanto nos
pegamos a la pared, empiezan las dificultades, el camino se vuelve aéreo, con algún
paso muy aéreo en travesía, la senda es de arena eso hace que de poca
seguridad, hay que salvar pinos, pequeños resaltes horizontales, todo esto con
un buen patio nuestros pies. Cuando entramos en roca continua nos ponemos los
arneses y sacamos la cuerda, el tramo más expuesto lo hacemos en ensamble, avanzamos
muy rápido, la verdad que la senda tiene su miga. El lugar es diferente a
cualquier cosa que haya hecho. Vamos salvando los pasitos más delicados con
cuidado. La faja termina en un Rapel de 40m donde encontramos a un grupo
grande. Esperamos tranquilamente al sol a que terminen de repelar. El rapel volado
permite admirar la bonita pared por donde hemos andado. Seguimos por la senda
que va por debajo de todas las vías de escalada, cuando la senda parece que se
hace fácil vuelve a pegarse a la pared, y volvemos a salvar unos metros
delicados pero muy divertidos y aéreos. Cuando salimos de este paso vemos a una
persona descendiendo por una cueva, decidimos subir y vemos que una cuerda fija
parece salvar la pared. La senda casi perdida se va aproximando a la cueva, nos
adentramos en ella por una corta trepada. Esta nos deja alucinados tiene salida
por arriba, decidnos para para deleitarnos con las formaciones de su interior.
Comemos en ella salimos por la parte de arriba de la misma, una cuerda fija nos
guía hasta salvar las dificultades. Poco después salimos a la carretera,
seguimos por la senda ascendente y en veinte minutos en el coche. Son las 3.30
de la tarde cuando llegamos. Por un día comemos como dios manda y cuando
anochece nos acercamos al faro a ver la puesta de Sol, espectacular. A las 6 de
la tarde volvemos a nuestro parquin en Marsella
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Cala des Figerolles |
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La faja |
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Les calanques desde Canaille |
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Erosion dentro de la cueva |
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Anochecer desde Cap Canaille |
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