A las 7.10 de la mañana nos despertamos, yo he pasado un mala noche, aunque muy como el iglu, he dormido de pena y pasado frío, seguramente el cansancio del día anterior y la humedad, han pasado factura. Pero la experiencia de dormir en un lugar así quedara de por vida. A las 7.30 nos acercamos a la cueva a desayunar. Fuerte desayuno en un lugar espectacular. A las 8.30 salimos hacia el pico, la nieve dura hace muy cómoda la subida, lastima que cuando llegemos a la arista los ventisqueros no nos dejen acercarnos para ir cómodamente por el filo. A las 9.20 estamos en la cima. El tiempo nada que ver con el día anterior, sol, viento en calma hacen que se este muy agusto en la cima. A las 10 iniciamos el descenso. En 20 minutos estamos de nuevo en la cueva. Otra parada para hacer una sesión fotográfica de la cueva helada. Preparamos las mochilas y de bajada. En 30 minutos llegamos al refugio de lecherines. De bajada es mas fácil segur el sendero del bosque y se nos hace mas cómodo. Eso si la nieve ya en un estado lamentable nos hace sufrir a tramos. Larga parada en el refugio de Gabardito, copiosa comida con siesta incluida. El cielo se encapota y rápido para abajo que amenaza lluvia. En la zona de escalada empieza a chispear y llegamos al coche lloviendo débilmente. Recogemos nos cambiamos, nada mas recoger todo cae un chaparrón que si nos pilla 10 minutos antes no cala de arriba abajo. A las 4 nos vamos a casa. He dio con Santi. Dos días muy intensos de los que no se olvidan.
domingo, 25 de abril de 2010
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