A las 8,20 de la mañana llego a Fiscal, recojo el dorsal, me cambio de
ropa, a las 8.50 estoy listo, estamos en familia no creo que lleguemos a 100
personas entre la dos carreras.
A las 9 de la mañana dan la salida, literalmente salgo el último, Los kilómetros
de asfalto me los tomo con mucha tranquilidad, las sensaciones son horrorosas, será
psicológico pero cuando entro en la pista forestal la cosa cambia, el bosque y
el paisaje hace que uno se distraiga y empiece a sentirme bien. Poco a poco se
va ganando altura, no hay grandes repechos y toda la pista es corrible, cuando
la pista termina ancha y buena termina empieza lo bonito, entramos en el
hayedo, aquí las fuertes pendientes me impiden correr, Terminado lo más duro se
entra en la bonita senda que va llaneando hacia el sur. A los de la corta nos desvían
tras un maravilloso avituallamiento repleto de gominolas, la bajada es
espectacular, sendero repleto de cómodas hojas entre hayas, da pena que se
termine el hayedo, luego se entra en una pista que encara ya la bajada
final, los dos últimos kilómetros se hacen eternos hasta la meta. Sin forzar en
2h 5´en meta. Un par de cervezas en la meta y a ver cómo llegan los demás de
las carrereas, Buena comida da la organización. Esta carrera es un lujazo, buen
ambiente, buena comida y mejor lugar. Para mí una de las carreras más bonitas
que he corrido.
Como con gente que no conozco, pero que enseguida se establece una
confianza en la mesa, Todos somos montañeros y temas de conversación no faltan.
A las 2h30, me llama Miguel que sale para Fiscal, Tomamos un café y nos
acercamos hasta Fanlo, preparamos los bártulos y bajamos hacia las Gloces. A
las piernas le viene bien el agua fresca del barranco. Lo hacemos muy
tranquilos, disfrutado de este aun así haciéndolo tranquilos, en un par de
horas no los finiquitamos, conseguimos encontrar la subida buena hasta la
carretera. Cerveza en el bar de Fanlo y a casa, He dio con Miguel. Jornada increíble
y bien aprovechada.
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