A las 7.30 de la mañana salgo de Sabi, Después de parar a tomar un
café, llego a la Lizara donde el parquin ya está lleno, pero consigo el último
aparcamiento.
A las 9.15 empiezo
a foquear, la nieve está muy dura, las primeras rampas son una odisea, pero
agarra, luego la media ladera con cuidado, en el llano el sol empieza a pegar y
la nieve se va soltando. Encaro la rampa hacia el collado de foraton, mitad
nieve mitad hielo. Pongo las cuchillas y a 15 metros de del collado me tengo
que quitar los esquís. Foqueo unos doscientos metros con cuchillas, pero
es penar. Paro a ponerme los crampones, Miro el móvil, Me comunican una triste
noticia. Me cargo los esquís en la mochila y "parriba" hielo vivo al
principio pero poco a poco se va convirtiendo en nieve, a mitad de pala el aire
es muy fuerte, en la antecima las rachas son muy fuertes, en dos ocasiones
tengo que echar rodilla a tierra, Llego a la cima donde no sopla ni una gota de
aire. 2h45´.
Mucha gente en la
cima. Estoy apenas media hora en la cima. La verdad que la bajada me
impresiona. Primer giro cagado, segundo de confianza el tercero empiezo a
disfrutar, nieve cambiante pero siempre buena. La gran pala con nieve venteada,
se hace muy segura, eso sí, los que están subiendo sufren cada giro, el aire
les manda toda la nieve que levanto. Lo bueno se termina poco antes del
collado. El hielo amanece. Después del collado nieve transformada a la 1h
30 estoy en el coche.
He dio solo.
Siempre recordare este día, no por la esquiada, ni por el aire, ni por el
hielo, sino por María.
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